Comer sin gluten - Santa María Productos sin gluten

Comer sin gluten

Probablemente hayas oído que mucha gente opta por no consumir gluten y te estarás preguntando el porqué. ¿Se trata de una nueva dieta de moda? ¿Es realmente algo bueno? ¿Te has preguntado alguna vez si tú deberías dejar de consumir gluten también? Bien, primero, es importante saber qué es el gluten. El gluten es una proteína que encontramos en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la espleta.

Probablemente hayas oído que mucha gente opta por no consumir gluten y te estarás preguntando el porqué. ¿Se trata de una nueva dieta de moda? ¿Es realmente algo bueno? ¿Te has preguntado alguna vez si tú deberías dejar de consumir gluten también? Bien, primero, es importante saber qué es el gluten. El gluten es una proteína que encontramos en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la espleta.

La gente que sufre de celiaquía, una enfermedad genética autoinmune, tienen cero tolerancia al gluten. Éste daña los intestinos provocando una mala absorción de los nutrientes que puede derivar a la malnutrición y retraso en el crecimiento. Los celíacos no pueden consumir ni una miga de pan e incluso la contaminación cruzada en utensilios de cocina les puede provocar una reacción alérgica.
No obstante, mucha gente sufre de hipersensibilidad al gluten, que es distinto a ser celíaco. Quien padece de hipersensibilidad al gluten no tiene los anticuerpos que se encuentran en personas con celiaquía, aun así pueden experimentar síntomas parecidos. Estos síntomas pueden incluir dolor abdominal, síndrome de colon irritable, diarrea, estreñimiento, fatiga, dolor en las articulaciones, dolor muscular, dolores de cabeza, eczema y acné, entre otros.

La intolerancia al gluten puede ser desencadenada por un Intestino Permeable, una condición en la cual el sistema inmunológico de nuestro cuerpo responde a la presencia de ciertas partículas de alimentos produciendo una inflamación generalizada.

La razón por la cual  por la cual cada vez más gente presenta síntomas de hipersensibilidad al gluten no está muy clara. Una teoría es que ésta proteína ha ido mutándose, cambiado con los años, y convirtiéndose en una molécula más “dura” a la que nuestro cuerpo no está acostumbrado. Tampoco ayuda que en nuestras dietas el consumo de trigo sea tan abundante (pan, pastas, pizzas, bollería, productos envasados,…). De media, se consumen entre 6-8 raciones diarias de este alimento con propiedades inflamatorias.

Entonces, si eres una de aquellas personas que sufre de molestias intestinales y que todavía no has encontrado una solución o padeces alguna de las molestias mencionadas más arriba, puede que una dieta libre de gluten sea de gran ayuda.

Por lo general, si se adopta una dieta libre de gluten, se pueden experimentar beneficios en las 2-3 primeras semanas. Unas 6-8 semanas sin comer gluten será tiempo suficiente para eliminar molestias más severas como migrañas, eczemas y colon irritable si la causa de estas es el gluten. Cuando se elimina el gluten de la dieta es importante tener un control de los nuevos síntomas que se experimentan y de los que aparecen una vez se reintroduce el gluten. Esto nos permitirá detectar si tenemos no hipersensibilidad al gluten.

La reintroducción al gluten se debe hacer a conciencia. Debes comer alimentos con gluten durante 2-4 días y observar la reacción, síntomas y cambios de tu cuerpo. Algo muy útil puede ser anotar en un diario todo lo que se come y cómo le sienta a tu cuerpo para poder llegar a una conclusión. El gluten es aceptado o NO por mi organismo.

¿Y qué voy a poder comer?

Hay muchos productos empaquetados “Sin-gluten” en el mercado, pero cuidado, porque no todos ellos son sanos ni le convienen a nuestro bolsillo. Existen muchos aditivos e ingredientes procesados que no contienen gluten y estos son los que se utilizan en muchos productos elaborados especialmente para celíacos.

El secreto será mantener una dieta rica en alimentos naturales y enteros como la fruta fresca, vegetales, legumbres, semillas, frutos secos y cereales muy nutritivos como la quinoa, el mijo, el amaranto, la avena y el trigo sarraceno. De esta forma evitaremos los procesados, gastar más dinero del necesario y además enriqueceremos nuestra dieta con productos de alto valor nutricional. A veces, hacer este tipo de cambio en la alimentación puede ser todo un reto, pero cuando los dolores de cabeza desparecen, se van las molestias de las articulaciones y se gana energía, el CAMBIO merece la pena.

Así que, si te estás planteando seguir una dieta sin gluten y actualmente estás experimentando algún síntoma de los mencionados, te animo a que lo pruebes. ¡Lo único que puede pasar es que recuperes toda tu salud y vitalidad!

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